viernes, 18 de julio de 2008

June, el espectro.

En el fondo de la conciencia tenia vaticinada la fecha. Retrocedía el reloj para recordar, y recoger los avisos regados. Estaba ella subida en su automóvil y en su también, pero no descapotable, auto compasión, quienes corrían a mil por hora, y por la ventanita triangular que se abría mitad adentro, mitad afuera soltaba el raciocinio: Nada perdura.

Divisaba a Verónica cortada por 6 rayos de sol. Perfecta en su encuadre, en un día donde la existencia pasa desapercibida, mas aun cuando los únicos fríos y perfilados testigos son cuatro paredes de aquella prisión eventual, su cuarto.

Verónica llevaba los dedos a su clavícula. Ella sentía cada vez más la intangibilidad del aire. La prisión de un beso que no termina, o termina en su estado inconsciente, su ente amado custodiaba la movilidad de sus brazos, quien aun dentro de su auto gestionado sueno y proyección sin salir del encuadre, obligaba la locura desdoblar su poca realidad, aquella realidad que físicamente se encontraba separada por un mismo elemento, una pared mas. Solo se puede reflejar a la prisionera, al parecer no hay celdas, ni vigilantes entes amantes, al parecer solo yo puedo visualizar con mayor precisión el encuadre. Ciertamente Verónica aun duerme, duerme con rayos de sol.

Anunciaban por la radio el tráfico del día, los últimos accidentes automovilísticos, y rutas alternas…Oh! Que maravilla tener una ruta alterna decía Verónica dándole las quejas a su día sin electivos. Por el container de plástico negro, Verónica podía ver el trozo de pollo sudoso, el efecto visual de los rastros de evaporación, las gotas de agua aferradas a la tapa, pegadas como aquel pez de restaurante chino exhibía sus genitales en una pecera tan minúscula como mi apetito pensaba Verónica mientras regresaba la comida a la nevera.

El calendario marcaba el día once, en el sexto mes de los agrupados 365 días, el cual como una publicidad en masas diría venía bajo la cortesía de la Iglesia cristiana El Renuevo Evangelio Council Corp. 55 calle. Avenida Los Cazadores 234, Teléfono 1-800-U- R- DE-NEXT. Pues si, era casi risible ver un ítem que representara la fe armada por un grupo de fanáticos colgado a mitad de una pared, aun más si este se encontrara dándole la cara a la nevera de Verónica.

Señor, busco la 55 calle con la Avenida Los cazadores, mire es aquí, acercaba Verónica la anotación a una pareja de ancianos que esperaban parados en una rampa peatonal el cambio de luz roja a verde. Se escuchaba de fondo, en los pensamientos de Verónica, los mismos que ahora iban dibujando un croquis en base a la instrucciones recién proporcionadas, la banda The National que a un ritmo asincopado a perfección decían Turn the light out say goodnight, no thinking for a little while, lets not try to figure out everything at once, It’s hard to keep track of you falling through the sky, we’re half-awake in a fake empire. Este es el sonido perfecto de la cuidad decía Verónica sonriendo al tren que al parecer iba express y traspasaba cual sable japonés los aires de la 55 calle, y retando su sonido gritaba…Deberían existir gigantes altoparlantes o la opción de nacer con un artefacto electrónico reproductor de música.

La perilla de la puerta principal de aquel edificio con pinta de ex cine de barrio lucia brillante y totalmente dispuesta a ser girada por un buen prospecto de miembro y bautizado quien sabe 3 días mas tarde como hermano Federico, hermana Elthsine o con mucha suerte pastor Abel. Crujían las escaleras cada peldaño que dejaba Verónica, una mujer de mediana edad levantaba las cejas cual perro la cabeza cuando alguien entra a territorio de su amo. Hola, tengo una cita con la hermana Lucy Flowers dijo Verónica mientras guardaba los audífonos. Por supuesto, la esta esperando, tome asiento por favor…Disculpe, como me dijo que se llamaba? Mucho gusto Micaela dijo Verónica mientras agitaba la pálida mano de… Hermana Estefita, soy la hermana Estefita y mira acá puedes esperarla cómoda. Ok, gracias respondió Micaela combinando una sonrisa con un movimiento ligero de cabeza.

Faltan pocas horas para iniciar un mes con alma propia, faltan horas para no recordar que debo olvidar, ser inconsciente al olvido es un atributo que quiero programar, y seria convenientemente perfecto que hallara un punto inconsistente en mi proceso de olvido, y así realmente dejar que se pose un alma por estrenar. Pides lo perfecto June, dejas a tu dios las claves de acceso.

Adelante Verónica, espero que esta vez hayas dejado a Micaela en la celda, espero que Lucy Flowers sea un espectro más. Dime June, cuando me quitaras las llaves que me encierran en mi encuadre perfecto.

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La inquilina

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