jueves, 7 de agosto de 2008

Testigo narrador

Me despreocupa las ocupaciones de mí otro lado.
Algunas veces lo encuentro soñando, soñando en su inmortalidad.
El resto de veces se encuentra, tal vez, siendo la sabia inconciencia de este ser.

Cuando no importa ser el único en su mundo,

el único conocedor del camino de regreso errante,

las voces terrenales se vuelven mute y el silencio te eleva al plano donde mira el oráculo.

Mal necesario

Escribo desde la realidad que custodia mi forma.
Escucho inalámbricamente las palabras que se duplican desde afuera de ella.
Cuales son tus coordinadas pedazos de realidad rebelde que rebotas con naturaleza de hule.

Como negarte libertad condicional si necesito tu presencia para sentir que aun le huyo.

La inquilina

La inquilina
Mujer con gato de Fernand Léger